Es mi estudio personal, ubicado en la zona norte de la Comunidad de Madrid, en Pedrezuela. Es el espacio donde siempre trabajo mis discos, ya sea de forma integral —preproducción, grabación, mezcla y mastering— o en procesos puntuales como la mezcla o el mastering.
El nombre viene de una canción de Los Planetas que, al final, cambió de título. Pero esa primera idea se quedó conmigo.
Siempre he pensado que la fuente sonora es la base del sonido final de un disco. La mezcla empieza en la grabación, y por eso tengo un backline bastante completo, que combino con el material de cada grupo para conseguir el mejor resultado posible. También cuento con una buena selección de micros, previos y monitores, que me permiten trabajar con precisión y lograr el sonido tal como lo tengo en la cabeza.